Tecnología y sostenibilidad: tendencias que contribuirán a optimizar recursos

Tendencias para la optimización de recursos

Utilizar la menor cantidad posible de recursos para cumplir un fin determinado es un objetivo que no se debe olvidar. Al perseguirlo, no solo rebajamos el impacto en el medio ambiente, sino que hacemos descender los costes para la empresa. Igualmente, se produce un incremento de la eficiencia en la producción que resultará muy beneficioso, todo gracias al uso de tecnologías innovadoras.

Automatización de procesos

Ya sea empleando programas informáticos o robots con inteligencia artificial, la automatización es una tendencia imparable. Consiste en dejar que las máquinas se encarguen de tareas repetitivas y de escaso valor para los humanos. Estas consumen demasiado tiempo y recursos que podrían emplearse en actividades más estratégicas. Además, resultan tediosas, lo que aumenta el riesgo de que se cometan errores o se den retrasos.

El resultado que puedes esperar de la automatización es una disminución de los desperdicios. Esto se debe a que la IA cumple con la tarea que le asignan cometiendo menos errores. Así, la actividad queda optimizada, favoreciendo que consuma una menor cantidad de energía, por ejemplo.

Internet de las cosas (IoT)

El Internet de las cosas se sustancia en una red de dispositivos y sensores conectados entre sí. Su finalidad es recopilar datos en tiempo real sobre multitud de procesos o sobre un área en concreto. Es una tecnología de gran utilidad, dado que facilita la comprensión de cómo se está utilizando el agua, por ejemplo. Se puede medir el consumo de los ciudadanos o las pérdidas tanto durante el almacenamiento como en el transporte.

Las redes IoT son un gran aliado de la sostenibilidad, ya que proveen de datos que ayudan a comprender mejor la realidad. De este modo, simplificamos la toma de decisiones para contener el mal uso de recursos clave o para lograr que su gestión sea lo más eficiente posible.

Agricultura de precisión

Existen numerosas herramientas destinadas a potenciar el rendimiento de la agricultura y a disminuir tanto la necesidad de agua como de productos químicos. Esto ejerce un impacto positivo en el medio ambiente y es posible gracias al uso de sensores, GPS, mapeo de los terrenos y programas informáticos de análisis. Su combinación proporciona información detallada sobre una explotación, como ocurre con sus características físicas.

Con los datos obtenidos, es posible promover las condiciones ideales para el crecimiento de los cultivos. De este modo, el consumo de recursos no es alto en comparación con métodos menos avanzados. Asimismo, posibilitan aprovechar tierras que hasta hace pocos años no podían dar un alto rendimiento.

Computación en la nube

Buena parte de las tecnologías que has visto hasta ahora no serían posibles sin la computación en la nube. Es una solución a dos problemas: dónde almacenar los datos recogidos y cómo transmitirlos de manera eficaz. Cualquier empresa u organización dispone de una plataforma con la que compartir información en poco tiempo. Esto les ayuda a no depender de una costosa infraestructura propia de servidores, que también consumirá grandes cantidades de energía.

Lo que logramos con la nube es aumentar los niveles de productividad, al tiempo que reducimos el uso de recursos y materiales de todo tipo. Aunque se concentren los servidores, resulta más eficiente actuar de esta manera. Ten en cuenta que evitas que cientos de empresas deban desarrollar sus propias infraestructuras informáticas, con el consiguiente aumento de la demanda de electricidad.

Además, los propietarios de los centros de datos están incentivados para optimizar los recursos. Por ejemplo, se recurre a técnicas de gestión inteligente para refrigerar los servidores, lo que mitiga las necesidades energéticas. Por ello, la huella de carbono que pueden generar es menor a la que generarían las compañías por separado.

Impresión 3D

La impresión en tres dimensiones está cambiando los procesos de fabricación, ya que crea menos desperdicio de materiales al producir los objetos por capas. En comparación, el mecanizado de una pieza de acero provocaría más residuos al tener que eliminar partes del metal para obtener la forma deseada.

Junto con lo anterior, el diseño de los productos que se imprimirán es más detallada, pues cabe la posibilidad de crear geometrías complejas y estructuras internas optimizadas. Cuando se vaya a construir el artículo, la cantidad de material empleado será menor, pero sin renunciar a las prestaciones. Es decir, si se requiere un componente resistente y ligero, seguirá contando con ambas características.

Expansión de las células solares

Una de las tendencias más sorprendentes tiene que ver con la energía solar. Las mejoras que se han logrado en la eficiencia de las células solares amplían sus posibles aplicaciones. En los próximos años, es probable que veas que incluso las ventanas o una fachada las incorporan. Es la consecuencia directa de lo accesible que se está volviendo una tecnología ya madura.

Al poder incluir las células en diferentes estructuras, la forma de producir energía varía. Las compañías podrían cubrir sus necesidades con ellas, al igual que los hogares.

Firma electrónica

La opción de firmar un documento de forma electrónica se está volviendo común. No solo facilita dejar tu rúbrica desde cualquier lugar del mundo, sino que ahorra papel y espacio físico. Piensa que buena parte de los escritos se tienen que guardar, algo de lo que prescinde utilizando alternativas digitales. A su vez, el desperdicio que se genera es mucho menor, puesto que no habrá que tirarlos a la basura o enviarlos a reciclar cuando dejen de ser útiles.

Los avances tecnológicos ayudan a potenciar la sostenibilidad. Como has visto, existen todo tipo de soluciones que contribuyen a optimizar recursos de múltiples maneras, lo que tendrá un fuerte impacto en el futuro. Y si buscas una entidad comprometida con el medio ambiente, cuenta con Banco Cooperativo.