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  • En tu próximo viaje, ¿efectivo o tarjeta?

    Si estás preparando tus vacaciones de verano, te contamos qué método de pago es el mejor cuando se aceptan diferentes métodos de pago. ¿Efectivo o tarjeta? Cuál elegir y por qué

    Hoy en día, el efectivo está quedando relegado a un segundo plano. Pagar con tarjeta o con los nuevos métodos de pago que han surgido en los últimos tiempos es una tendencia en auge. Entonces, qué es mejor, ¿pagar con efectivo o con tarjeta?   Si estás planificando tu próximo viaje es posible que estés valorando las opciones que tienes a la hora de pagar. Algo que debe tenerse en cuenta, tanto si nos quedamos en España, como si vamos al extranjero. Aunque en la actualidad prácticamente todos los establecimientos aceptan el pago con tarjeta, tanto de crédito como de débito, también es posible encontrar lugares en los que solamente podamos pagar con efectivo.   No hay un método de pago mejor que otro. Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes y pueden resultar útiles y cómodos en diferentes situaciones. Por ejemplo, cuando realizas una compra en un negocio pequeño, como un kiosco o una panadería, es preferible pagar en efectivo.   ¿Efectivo o tarjeta? Pros y contras A la hora de decidirnos por un método de pago u otro, también es importante tener en cuenta el tipo de tarjeta. Conocer las diferencias entre una tarjeta de crédito y una de débito, te ayudará a decidir con cuál pagar en cada caso.   Con una tarjeta de débito, el cargo por el importe de la compra se descuenta de forma inmediata de la cuenta. Por ello, no podrás gastar nunca más de lo que tengas. Y, además, en el caso de que no dispongas de fondos, el pago no será aceptado.   Una tarjeta de crédito funciona de diferente manera, ya que no es necesario que tengas el importe de la compra en ese mismo momento. Es tu entidad financiera quien te presta el dinero y lo devolverás en función de las condiciones que tengas contratadas. Una ventaja de las tarjetas de crédito es que permiten el pago de las compras a plazos. Eso sí, asumiendo los intereses que aplique nuestra entidad.   Entre el pago con tarjeta de débito y el pago en efectivo la única diferencia es la comodidad. No podremos pagar nunca más de lo que tengamos. Ya nos hemos podido encaprichar de algo que si llevamos únicamente 20 euros y cuesta 100 y no tenemos tarjeta de crédito, no lo podremos comprar. De esta manera, el control sobre nuestros gastos es total.   Las tarjetas también permiten un gran control. No tanto de nuestros gastos, sino de la evolución de nuestro dinero. Consultando los movimientos, podemos ver en qué se nos va el dinero, qué gastos podemos recortar y cuáles eliminar. Por otro lado, llevar demasiado dinero en efectivo encima no es lo más seguro. Sobre todo, cuando hacemos viajes de larga duración. Así, en caso de que seamos víctimas de un robo, no nos dejarán sin blanca para el resto de nuestra estancia en destino.   A la hora de viajar, nunca olvides una tarjeta Y si es de crédito, mejor. ¿Por qué? Te estarás preguntando. Siempre es recomendable llevar una tarjeta de crédito para imprevistos. Imagina que tienes que hacer frente a un gasto extra elevado y no dispones de esa cantidad, ni en tu cuenta ni en efectivo. Una tarjeta de crédito te permitiría afrontarlo sin ningún problema.   Gracias a los últimos avances tecnológicos, el pago móvil es ya una realidad. No sólo a través de nuestros teléfonos móviles, sino también mediante relojes y pulseras. Y hacerlo de forma rápida, cómoda y totalmente segura.   Si eres cliente del Grupo Caja Rural, empieza a beneficiarte desde ya de todas las ventajas añadiendo tus tarjetas de crédito y débito, en Apple Pay, Google Pay y Ruralvía Pay. Si no sabes cómo o quieres revisar todas las opciones de tus tarjetas, acércate a la oficina de tu Caja Rural de confianza y nuestros profesionales te informarán de lo que necesites.

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