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  • Todo lo que debes saber sobre la ley de desperdicio alimentario

    La legislación busca prevenir y reducir el despilfarro de alimentos en todos los niveles, desde la agricultura hasta los restaurantes, fomentando hábitos más responsables en su producción y manejo para crear un futuro más sostenible y justo.

      La ley de desperdicio alimentario busca reducir al mínimo la cantidad de alimentos que se desperdician en el país. Se trata de una oportunidad para que la industria alimentaria, los comercios y la hostelería se adapten a un nuevo marco regulador en el que se establecen medidas para prevenir el desperdicio de alimentos y para fomentar así su recuperación y reutilización. En este artículo, analizamos las claves de esta ley y cómo afecta a los diferentes actores implicados en la cadena alimentaria.  

    La problemática del despilfarro de alimentos y su impacto global

    Se estima que cada año, al menos 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician, lo que equivale a un tercio de la producción mundial. Esta realidad resulta especialmente inaceptable en un mundo en el que más de 828 millones de personas padecen hambre. El despilfarro de alimentos no solo supone una enorme pérdida económica para los productores, distribuidores y consumidores, sino que también tiene un impacto medioambiental significativo. Los alimentos que se desechan generan emisiones de gases de efecto invernadero y contribuyen al cambio climático. Además, la producción de alimentos que luego no se consumen emplean recursos como el agua y la energía de forma innecesaria. Para abordar toda esta problemática, en España se ha aprobado una ley que busca reducir en un 50% el desperdicio de alimentos para el año 2030. Esta ley incluye medidas como la donación de alimentos, el uso de excedentes en productos alimentarios y la promoción de hábitos de consumo responsable. Es importante que tanto los comercios como el sector de la hostelería se sumen a esta iniciativa y trabajen en la implementación de estas medidas de prevención de desechos alimentarios. Además, también es fundamental que los consumidores actúen como agentes del cambio y tomen conciencia de la importancia de reducir el desperdicio de alimentos. De esta manera, además de contribuir al cuidado del medio ambiente, se ahorra dinero.  

    ¿Qué objetivos persigue la nueva ley de desperdicio alimentario?

    Como hemos mencionado, la nueva ley de desperdicio alimentario en España tiene como principal objetivo reducir en un 50% el desperdicio de alimentos para el año 2030. Para lograr esta meta, se han establecido una serie de medidas que involucran a toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta la distribución y el consumo. Una de las principales medidas de la ley es la promoción de donaciones de alimentos seguras y la facilitación de su distribución a través de organizaciones sin ánimo de lucro. Asimismo, se incentiva la redistribución de los excedentes de alimentos a través de la mejora de la cadena de suministro y la utilización de nuevas tecnologías. Adicionalmente, la ley promueve el uso de prácticas sostenibles en la producción de alimentos, fomentando la reutilización y el reciclaje de los residuos generados en el proceso. Se busca también mejorar la educación y concienciación de la sociedad sobre el impacto ambiental y social del desperdicio alimentario, incentivando el cambio de hábitos al consumir y comprar alimentos.

     

    Medidas para prevenir y reducir el desperdicio alimentario

    En relación con la producción y manejo de alimentos, se sugiere la implementación de prácticas más sostenibles. Esto abarca desde técnicas agrícolas que reduzcan el uso de pesticidas y fertilizantes, hasta un mejor control en la manipulación de alimentos perecederos. En cuanto a la responsabilidad en la cadena de suministro alimentaria, se propone una mayor gestión y control en la distribución y venta de alimentos. Esto implica una mejor planificación en la producción y demanda de alimentos, y la colaboración entre fabricantes, distribuidores, minoristas y consumidores para reducir la generación de residuos alimentarios y la pérdida de valor nutricional. La educación y concientización sobre el desperdicio alimentario también son parte fundamental de la ley. Se establecen programas educativos y de sensibilización para fomentar los hábitos sostenibles en la cocina y en el consumo de alimentos. Además, se promueve la colaboración y el diálogo entre todos los actores de la cadena alimentaria para lograr una gestión más eficiente y responsable de los recursos alimentarios.  

    Alcance de la ley y sectores involucrados

    Esta ley tiene un alcance amplio e involucra a diversos actores en la tarea de garantizar un uso más sostenible de los recursos alimentarios.

    • En primer lugar, abarca la agricultura y la producción de alimentos, fomentando prácticas sostenibles en el cultivo y recolección de alimentos, así como la gestión adecuada de los excedentes producidos.
    • Por otro lado, la industria alimentaria y la distribución también están implicadas. Se establecen medidas para evitar el despilfarro en todas las fases de la cadena, desde la fabricación hasta la distribución y venta. Además, se establecen obligaciones para la donación de excedentes a entidades benéficas o su transformación en pienso animal o compostaje.
    • En el ámbito de los hogares y restaurantes, se promueve una mayor concienciación de la ciudadanía y de los profesionales de la hostelería sobre la importancia de prevenir el desperdicio alimentario. Se insta a adoptar prácticas como la compra responsable, la correcta gestión del frigorífico y la planificación de menús.

     

    Grupo Caja Rural por la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente

    Grupo Caja Rural está comprometido con la sostenibilidad y la protección del medioambiente. Para demostrar su implicación, desde sus entidades, han adoptado una serie de medidas que fomentan la sostenibilidad en su gestión empresarial, así como en sus productos y servicios financieros. Entre las acciones que han llevado a cabo, se destaca su adaptación a las políticas de sostenibilidad, así como su apoyo a las mismas. Además, Grupo Caja Rural colabora con organizaciones y entidades relacionadas con el medioambiente y el desarrollo rural, con el objetivo de fomentar prácticas sostenibles en el sector financiero y en el ámbito social. Otra forma de apostar por la sostenibilidad y el ahorro es ayudar a nuestros clientes a ser más eficientes en la gestión de su patrimonio. Por eso, en nuestra sección de Educación Financiera encontrarás artículos y noticias de interés como:

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