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Reduce tu factura de luz durante el verano
Durante los meses estivales suele dispararse el consumo energético y con él, la factura de luz. Descubre cómo reducir el gasto y no arruinarte
Durante los meses de verano la demanda energética se dispara, lo que se traduce en un incremento de la factura de luz. Pronto llegarán las olas de calor y la necesidad de encender el aire acondicionado y los ventiladores, corriendo el riesgo de tirar por la borda todo lo que hemos conseguido ahorrar durante este tiempo. ¿Qué podemos hacer para evitarlo? Una de las principales razones por las que la factura eléctrica aumenta en verano es por los malos hábitos de consumo que tenemos. Modificando pequeños gestos, como los que vamos a ver, podríamos ahorrar alrededor de 100 euros durante el periodo estival. ¿Sabías que por cada grado que el aparato de aire acondicionado baje la temperatura consume entre un 6 y un 8 por ciento más de energía? Por esta razón es importante vigilar el aislamiento de la habitación. Para ello, evita ventilar la estancia en las horas más calurosas del día, utiliza cortinas gruesas y toldos que impidan la entrada del calor, baja las persianas durante las horas centrales y enciende únicamente el aire acondicionado cuando las temperaturas no sean soportables. Mientras, abre las ventanas. También es importante vigilar la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior. Ésta nunca debe superar los 12 grados por el choque térmico que nos provocaría al cambiar de ambiente. Consejos para reducir la factura de luz sin asarte Otros hábitos que debemos tener en cuenta para evitar arruinarnos son:
- Programa una temperatura eficiente. Contar con un aparato de aire acondicionado que sea lo más eficiente posible ayuda a reducir el gasto, pero tampoco debemos olvidar hacer un uso eficiente y responsable del mismo. La temperatura de confort en verano se sitúa entre los 22 y 25 grados con una humedad del 45 al 60%. Ten en cuenta lo que te hemos comentado en relación al gasto por cada grado de temperatura que se baje. Por encima de esta temperatura, el gasto se irá por las nubes.
- Instala el aire acondicionado en un lugar adecuado. Estos aparatos deben colocarse siempre en zonas de sombra, alejados de fuentes de calor y bien ventiladas. Si se calientan, requerirán el doble de energía en enfriar.
- Limpia correctamente los filtros del aparato de aire acondicionado. Para que la máquina funcione de forma óptima es necesario limpiar los filtros, al menos, una vez al año. De esta manera, se evita que requieran más de más energía para su buen funcionamiento. Además, realiza las revisiones periódicas que recomiende el fabricante.
- Si puedes elegir, que sea un ventilador. Los ventiladores consumen hasta un 90 por ciento menos de energía que los aparatos de aire acondicionado, por lo que si tu presupuesto no te lo permite y, además, quieres ser más sostenible, elige un ventilador.
- Aprovecha las horas de luz natural. Para evitar encender las luces de casa de forma innecesaria, intenta estudiar o trabajar durante las horas de luz natural. En verano los días son más largos y eso hay que aprovecharlo. Además, es importante que sepas que las luces encendidas también dan calor.
- Compensa gastos. Si en invierno haces uso de aparatos como la secadora o el secador de pelo, aprovecha el buen tiempo y deja de utilizarlos durante el verano. Evita encender las luces cuando no sea necesario y procura apagar los aparatos electrónicos desenchufándolos y no dejándolos en stand by, porque también consumen energía y elevan la temperatura de la vivienda.
Gracias al servicio Mis Finanzas, los clientes de las entidades del Grupo Caja Rural pueden analizar con detalle sus gastos y compararlo con el gasto de electricidad de otros veranos. Así, podrán saber si están aplicando bien sus técnicas de reducción de consumo y, como consecuencia, de la factura. Mis Finanzas es una funcionalidad de ruralvía móvil, por lo que si todavía no tienes la app instalada en tu teléfono, ¡descárgatela y benefíciate de ésta y otras ventajas!