Actualidad
Lo que tienes que saber de los informes técnicos y fundamentales
La información que necesitas para analizar una acción está disponible en numerosos lugares. De hecho, no solo las empresas la ofrecen, sino que existen desde expertos hasta organizaciones que dan sus opiniones. Para condensar todo ese conocimiento, hay diferentes informes que puedes consultar.
¿Qué tipos de análisis existen en bolsa?
En el mundo de la inversión en bolsa, hay dos tipos principales de análisis: el técnico y el fundamental. Cada uno se enfoca en diferentes aspectos que ayudan a tomar decisiones informadas. Además, el uso de uno no excluye al otro, pues cabe la posibilidad de combinarlos para afinar el estudio de una empresa. Gracias a ellos, dispondrás de las herramientas necesarias para actuar con seguridad.
Análisis técnico
Suele utilizarse para saber cuándo invertir, ya que se enfoca en identificar el momento adecuado para comprar o vender. Esto es algo que se efectúa teniendo en cuenta el corto plazo que aparece reflejado en los gráficos de una cotización. También se presta atención a diferentes indicadores estadísticos, como el volumen de los movimientos.
El objetivo de este análisis es el de buscar patrones en las alzas y bajas de los gráficos del precio de las acciones, lo que puede ayudar a predecir los acontecimientos. Este enfoque se basa en que el movimiento de los precios lo marcan las tendencias, que pueden ser bajistas, alcistas o laterales. Al identificar las señales de la dirección en la que va el mercado, es posible tomar una mejor decisión.
Análisis fundamental
Con este análisis estudias dónde invertir, es decir, si la empresa merece la pena o no. Para llegar a tal conclusión, se examinan los aspectos fundamentales de la organización: sus estados financieros. Ya sean los flujos de caja, la cuenta de resultados o el balance, sus datos te permiten comprender si estás ante a una buena inversión.
De esta información es posible obtener una amplia variedad de indicadores, como el PER, el EBITDA, el EBIT o la rentabilidad por dividendo, entre otros. Todos ellos arrojan luz sobre la empresa y te ayudan a relacionarla con el estado del sector y con sus competidoras. Así, afinas al máximo para seleccionar solo aquellas que mejores perspectivas ofrecen.
¿Cómo usar los informes de los análisis?
Tras realizar los análisis, se crean informes con los principales indicadores. Estos los ofrecen los analistas que se dedican a estudiar empresas. De hecho, con suficientes conocimientos y dedicándole tiempo, tú mismo podrías crear tus propios documentos. En cualquier caso, los resultados obtenidos contribuyen a la toma de decisiones y a la reflexión.
Con los informes técnicos, conoces dónde se encuentran los soportes o las resistencias de una cotización. Asimismo, son una buena indicación para saber cuándo entrar o salir del mercado en función de cómo se encuentra. Incluso te proporcionan valiosos indicadores, como las medias móviles, para confirmar las tendencias encontradas.
En cuanto a los informes fundamentales, resultan esenciales para evaluar el estado financiero de una empresa. En este sentido, contribuyen a que entiendas la evolución de las ganancias y los beneficios en el tiempo, lo que ayuda a establecer perspectivas razonables de crecimiento. También facilitan comprender, de manera indirecta, la calidad de la gestión que realizan los directivos de la compañía.
Cuando combinas los dos informes, reduces el riesgo a la hora de invertir, pues puedes determinar qué comprar y cuándo dar la orden en función del estado del mercado. Otro aspecto en el que ayudan es en el establecimiento de un horizonte temporal de la inversión y, de esta forma, poder gestionar los riesgos. Así, limitas tu exposición a la incertidumbre y no actúas de manera precipitada.
¿En qué se diferencian ambos métodos?
Existen numerosas diferencias entre los dos métodos de análisis. La principal es el enfoque de ambos, pues el técnico estudia los gráficos y el fundamental la situación financiera de la empresa. El primero tiene en cuenta los datos históricos de precios y volumen, mientras que el segundo se centra en la información contenida en los estados de la organización.
Otra diferencia está relacionada con el horizonte temporal, el cual varía bastante. A grandes rasgos, el análisis técnico se aplica para el corto plazo y el fundamental para el largo. Esto lleva a que los inversores diseñen estrategias basándose en estas dos características. Por ejemplo, en el trading, que es la inversión intradía en valores, es esencial estudiar a fondo los gráficos.
Asimismo, los datos que usan ambos análisis son diferentes. Mientras que en el fundamental se utilizan los estados financieros, en el técnico despuntan los precios históricos o los patrones que aparecen en los gráficos.
Gracias a ambos métodos, recabas la información que necesitas para operar en bolsa. Con ellos no acertarás en todas las situaciones, pero sí que reducirás el riesgo de tener pérdidas . Sin duda, son la clave para ganar en seguridad y disminuir el impacto de los sesgos.