Declarar alquiler de vivienda: qué puedes deducirte y qué debes declarar

Si tienes una vivienda en alquiler o vives como inquilino, la declaración de la renta puede generar muchas dudas. ¿Qué debes declarar como propietario? ¿Qué gastos puedes deducir? ¿Y si eres inquilino, tienes derecho a algún beneficio fiscal?

Tanto si estás alquilando como si alquilas, este post te ayudará a entender cómo funciona todo, qué puedes aprovechar y cómo hacerlo bien ante Hacienda. Y si estás pensando en cómo rentabilizar mejor tus ingresos, te contamos cómo hacerlo.

Si eres propietario: ingresos y deducciones

Al alquilar una vivienda estás obteniendo un rendimiento del capital inmobiliario. Esto significa que los ingresos deben incluirse en tu declaración de la renta. Pero no todo lo que ingresas se declara como beneficio: puedes deducir ciertos gastos relacionados con el inmueble. 

¿Qué ingreso debes declarar?

La suma total de lo que has cobrado de tus inquilinos durante el año. 

Esto incluye alquiler mensual y cualquier otra cantidad vinculada al contrato (como cuotas por suministros, si están incluidas). 

¿Qué gastos puedes deducir?

• IBI, tasa de basuras y otros tributos municipales.
• Intereses de préstamos hipotecarios vinculados a la vivienda.
• Seguros del hogar.
• Reparaciones y mantenimiento (ojo: no mejoras).
• Gastos de comunidad.
• Honorarios de agencias o gestorías.
• Amortización del inmueble: hasta el 3% anual sobre el valor catastral (excluido el suelo).

Estos gastos deben estar justificados con facturas y documentos. Es importante conservar todo durante al menos cuatro años.

Reducción del 60% si es para uso habitual.

Si el alquiler es para vivienda habitual del inquilino (no uso turístico o vacacional), puedes aplicar una reducción del 60% sobre el rendimiento neto. Es decir, una vez restados todos los gastos deducibles, tributas solo por el 40% restante. Esta reducción se aplica solo si los datos están bien declarados y se identifica al inquilino.

Beneficios fiscales según la comunidad autónoma

Algunas comunidades ofrecen deducciones adicionales o programas de apoyo al alquiler. Por ejemplo, en Navarra o País Vasco existen regímenes fiscales distintos al estatal. En regiones como Madrid o Comunidad Valenciana, los incentivos pueden variar en función de la edad del inquilino, la renta o la localización del inmueble.

Es importante revisar cada año las condiciones aplicables en tu comunidad autónoma. La Agencia Tributaria o la web de Hacienda de tu CCAA publican la información actualizada.

Si eres inquilino: ¿puedes deducirte algo?

Aunque cada vez son menos los casos en que los inquilinos pueden deducir el alquiler, aún existen supuestos en algunas comunidades autónomas. Por ejemplo:

• En Andalucía, Madrid o Castilla y León, los menores de 35 años pueden deducirse parte del alquiler si cumplen ciertos requisitos.
• En Galicia o Cantabria, también existen deducciones para jóvenes o personas en situaciones específicas.

Estas deducciones suelen tener límites de ingresos y requieren que el contrato esté registrado y los pagos estén justificados.

Consejo útil:

Guarda todos los recibos de pago o realiza transferencias bancarias con el concepto claro. Hacienda exige prueba documental para aplicar cualquier deducción.

Declarar correctamente evita problemas futuros

Ya seas propietario o inquilino, declarar bien el alquiler te ahorra sustos. Además, si eres propietario, una correcta gestión de los ingresos y gastos vinculados al alquiler te permite tener mayor control sobre tu rentabilidad.

Y si estás pensando en cómo optimizar tus ingresos del alquiler, invertir parte de ese dinero o diversificar tu ahorro, desde el Grupo Caja Rural te ofrecemos soluciones sencillas y claras.

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