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Crece la brecha entre el medio urbano y el rural en España
Charlamos con Sara Bianchi, Responsable de SSPA, quien nos explica el actual problema de la despoblación en España y cómo afecta a las zonas escasamente pobladas
Provincias con menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Ésta es la definición oficial de la Unión Europea para las zonas escasamente pobladas. Y también, por la que se rigen en la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA). Una red que nace fruto de la unión de la Confederación de Empresarios de Teruel (CEOE Teruel), la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) y la Confederación de Empresarios de Cuenca (CEOE-CEPYME Cuenca). Los tres territorios NUTS3 reconocidos tanto por la Unión Europea como por el Estado español como regiones Escasamente Pobladas. Tal y como nos explica Sara Bianchi, Responsable de SSPA, con quien hemos tenido la oportunidad de charlar, “la realidad de la despoblación en este momento no se puede definir de manera oficial, pues no hay una definición universal que defina este concepto. Nosotros, siendo una red europea, usamos la definición acogida oficialmente en Europa para las zonas escasamente pobladas. No obstante, entendemos necesario que desde el Gobierno Español se defina claramente el problema de la despoblación, evitando multitud de definiciones para un mismo concepto”. ¿Por qué se constituye la red SSPA y cuáles son sus objetivos? Sara Bianchi: Desde sus orígenes, la red ha tenido la vocación de sumar a todos aquellos territorios, organizaciones y entidades -tanto de carácter público como privado-, que compartan su misión y visión y que de una u otra manera puedan llegar a contribuir a alcanzar los objetivos previstos con su creación. En este sentido, a comienzos de 2017 se sumaron a la red dos nuevas organizaciones representativas de otras tantas regiones escasamente pobladas del Sur de Europa: el condado de Lika-Senj (Croacia) y la región de Euritania (Grecia). A finales de 2017, el conjunto de los Grupos de acción local (GAL) de Cuenca, Soria y Teruel. La red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa nace con el objetivo fundamental de impulsar -en colaboración con el conjunto de las administraciones públicas y los principales actores socioeconómicos del territorio-, políticas y medidas específicas que contribuyan a hacer frente a los principales desafíos estructurales que, en materia demográfica, económica y social, afectan a las regiones rurales menos pobladas de Europa. A nuestro juicio, la escasa densidad de población, el envejecimiento de nuestra estructura demográfica y las dificultades para el desarrollo de actividades económicas capaces de generar el adecuado valor añadido y de crear empleo de calidad son los síntomas más evidentes de una crisis estructural que viene afectando durante décadas a una parte importante del medio rural. De no implantarse de inmediato políticas y medidas específicas capaces de revertir esta situación, el desequilibrio entre el medio urbano y el rural continuará acrecentándose hasta el extremo, sufriendo la Unión Europea la inexorable pérdida de una parte fundamental de los valores sociales, culturales, económicos y ambientales asociados al medio rural. ¿Qué estrategia y medidas proponen desde la red SSPA para revertir el problema de la despoblación en las Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa? Sara Bianchi: Indicadores como la constante pérdida de población que sufre buena parte del medio rural, su paulatino envejecimiento, la pérdida de tejido empresarial o la pérdida de servicios especiales para el bienestar de la población no hacen sino poner de manifiesto que las actuales políticas de reequilibrio y cohesión territorial no son suficientemente eficaces como para reducir la brecha social y económica que separa al medio rural -especialmente aquel que padece desventajas graves y permanentes-, del urbano. Entendemos, por lo tanto, que el rediseño de estas políticas debe ser considerado una de las prioridades de toda política de cohesión territorial, ordenación del territorio y, por ende, de lucha contra la despoblación. La crisis funcional que sufren las zonas más despobladas del país es, en buena medida, consecuencia del atraso que, en materia de infraestructuras, vienen acumulado estos territorios a lo largo de décadas. Sin unas adecuadas condiciones de base a partir de las cuales impulsar su desarrollo socioeconómico futuro -y tanto las infraestructuras tradicionales como las nuevas tecnologías son dos de esas condiciones imprescindibles-, ningún territorio es capaz de resultar competitivo en el contexto global. Un análisis más allá de las paradojas estadísticas que muestran indicadores macroeconómicos como el PIB y la renta per cápita o las tasas de desempleo, no hace sino poner de manifiesto que la estructura de la economía en las zonas escasamente pobladas está sumida en una atonía, en un letargo que acrecienta, día a día, la brecha entre el medio urbano y el rural. Desde la red SSPA consideramos que sin empresas suficientemente dinámicas y, por lo tanto, capaces de innovar y de adaptarse con éxito a las exigencias del mercado global; sin actividades económicas diversificadas que generen valor añadido y empleo -no sólo suficiente, sino también de calidad-, sin una política económica que reconozca las particularidades del medio rural y ser capaz de reequilibrar el territorio, la viabilidad del medio rural menos poblado -no sólo en lo económico, sino también en lo social y lo demográfico-, queda seriamente en entredicho. Si bien entendemos que una buena dotación de servicios básicos para la población no son por sí mismos suficientes, desde la Red SSPA consideramos que frenar la despoblación del medio rural español pasa, en buena medida, porque el conjunto de la población, ya sea rural o urbana, perciban que la calidad de vida en el medio rural es equiparable a la de los territorios más densamente poblados, y que vivir en un pueblo no implica automáticamente tener que renunciar a unos servicios educativos, sanitarios o sociales suficientes y de calidad. Tan importante como la reformulación de las actuales políticas de reequilibrio y cohesión territorial, las infraestructuras y telecomunicación, ofrecer las oportunidades laborales en sintonía con el contexto socioeconómico actual y una buena dotación de servicios básicos es la percepción de la cultura rural. La percepción de falta de oportunidades para poder vivir, trabajar, invertir y crecer en las ZEP es un elemento que se debe tener en cuenta en el momento de elaborar una estrategia de desarrollo territorial. Todos estos elementos forman parte de una estrategia y cada una de las líneas contiene distintas medidas específicas, que pueden encontrarse en nuestro documento de posición. ¿Cuáles de estas medidas están ya en marcha y qué repercusión están teniendo? Sara Bianchi: Una de nuestras líneas de trabajo es la de recopilar las políticas y las estrategias más adecuadas para revertir los procesos de despoblación, envejecimiento y pérdida de actividad económica que actualmente les afectan. Dicha labor se hace estudiando medidas ya en marcha en España y fuera de ella. Como punto de partida para elaborar la estrategia comentada en el punto anterior, es la experiencia de las Tierras Altas e Islas de Escocia. De hecho, tras visitar el territorio y conocer desde cerca su experiencia, redactamos un documento relativo a la estrategia llevada a cabo en la zona, así como la herramienta que utilizan para hacerla efectiva: una agencia de desarrollo. Desde la red SSPA consideran necesaria la promoción de políticas apropiadas para combatir la despoblación, ¿cuáles serían estas iniciativas? Sara Bianchi: Entre las iniciativas necesarias, por supuesto, vemos necesaria la puesta en marcha de una estrategia similar a la escocesa, además de una visión global del problema, sin limitarse a políticas orientadas a la agricultura. Otro punto importante es una fiscalidad diferenciada, tal y como hablamos en nuestro informe. En resumidas cuentas, se necesitan mejores políticas, sin implicar necesariamente más dinero, sino una visión y planificación clara sobre cómo usar los recursos, creando las condiciones necesarias para que la población del medio rural pueda desarrollar su vida laboral y privada en el territorio. ¿Ven voluntad política para llevarlas a cabo? Sara Bianchi: El problema de la despoblación está en la Agenda del Gobierno, sin duda es un paso muy importante que muestra interés sobre el tema. Queda claro que todas las medidas necesitan la voluntad de cooperación entre las administraciones públicas y los actores sociales y económicos para analizar el problema, plantear soluciones y llevarlas a cabo, como demuestra el caso escocés. ¿Cuáles son los próximos retos a los que se enfrenta la red SSPA? Sara Bianchi: La red SSPA seguirá trabajando con el objetivo de defender los intereses tanto de los territorios de la red SSPA como de aquellas otras regiones rurales de Europa que sufren el deterioro de su estructura demográfica, social y económica, para lo que pretende actuar como un interlocutor reconocido ante las administraciones públicas y entidades privadas nacionales y comunitarias. Como retos, señalamos:
- Promover y coordinar los esfuerzos de los diferentes actores socioeconómicos para conseguir el establecimiento de un marco normativo a escala comunitaria y nacional que sirva de amparo al desarrollo de nuevas políticas, estrategias y acciones específicas, coordinadas, transversales y proactivas en materia de lucha contra la despoblación y de revitalización socioeconómica del medio rural más afectado por ésta.
- Impulsar un tratamiento económico y fiscal específico para los territorios escasamente poblados a través de la correspondiente consignación presupuestaria destinada a la revitalización demográfica y socioeconómica de los territorios escasamente poblados.
- Apoyar iniciativas que generen actividad económica y empleo en los territorios SSPA y que contribuyan a su revitalización demográfica y económica en términos de sostenibilidad y el equilibrio territorial.
- Difundir al conjunto de la sociedad las oportunidades socioeconómicas de los territorios SSPA y las políticas y las estrategias más adecuadas para revertir los procesos de despoblación, envejecimiento y pérdida de actividad económica que actualmente les afectan.