Banca y pagos digitales: ¿Cómo se mantienen seguros tus datos?

Desde la comodidad de nuestras casas podemos realizar operaciones bancarias que antes requerían desplazarse a una sucursal física. Este cambio hacia la digitalización financiera, permite que más personas accedan a servicios bancarios independientemente de su ubicación geográfica.

 

Sin embargo, esta comodidad y accesibilidad también traen consigo nuevos desafíos, especialmente en términos de seguridad. 

 

El aumento de la digitalización viene acompañado por un incremento en los fraudes y la ciberdelincuencia. 

 

A pesar de estos desafíos, es importante destacar que la banca digital y los pagos electrónicos superan en seguridad a los métodos tradicionales de gestión de efectivo. 

 

Desde nuestras entidades de Grupo Caja Rural, hemos invertido en tecnología y estrategias de seguridad para proteger los datos y garantizar la integridad de las transacciones. Estas medidas proporcionan la tranquilidad de saber que la información está protegida.

 

Hoy te contamos las medidas de seguridad implementadas en el sector bancario para garantizarte la máxima seguridad durante tus operaciones. Sigue leyendo para saber más. 

 

Seguridad en la banca digital:

 

1. Autenticación y verificación de identidad.

 

Una de las primeras barreras para proteger tus datos en la banca digital es la autenticación. Las entidades financieras utilizan métodos avanzados para verificar la identidad de los usuarios. 

 

Estos incluyen:

 

Contraseñas y PINs: Aunque son métodos tradicionales, siguen siendo una primera línea de defensa importante.

 

Autenticación reforzada  con dos factores: está basada en la utilización de dos o más elementos categorizados como conocimiento, posesión e inherencia, que son independientes, es decir, que la vulneración de uno no compromete la fiabilidad de los demás. Resumiéndolo de manera más coloquial sería combinar algo que sabes (ej: contraseña) con algo que tienes (ej: un dispositivo móvil) o algo que eres (ej: huella dactilar).

 

Biometría: es el uso de características físicas o conductuales únicas de las personas para verificar su identidad y autorizar su acceso a determinados sistemas o servicios. Incluye el uso de huellas dactilares, reconocimiento facial, reconocimiento de voz, escáneres de iris, etc. para asegurar que solo el titular puede acceder.

 

Encriptación de datos:

 

La encriptación es necesaria para mantener la confidencialidad de los datos. 

 

Los bancos encriptan la información tanto en tránsito como en reposo. Esto significa que cuando envías datos a través de una red, estos son transformados en un código que solo puede ser descifrado por el destinatario autorizado.

 

Monitoreo y detección de fraudes:

 

Se han implementado sistemas avanzados de monitoreo que analizan las transacciones en tiempo real. Estos sistemas utilizan algoritmos y aprendizaje automático para identificar actividades sospechosas y potenciales fraudes. Cuando se detecta una actividad inusual, el banco puede bloquear temporalmente la cuenta y contactar para verificar la transacción.

 

Seguridad en los pagos digitales:

 

Tokenización

 

La tokenización es una técnica que reemplaza los datos sensibles de una tarjeta de crédito o débito con un código único (token) que no tiene valor fuera del contexto. 

 

Esto significa que incluso si un ciberdelincuente intercepta los datos, no podrá utilizarlos para realizar compras no autorizadas.

 

Proveedores de pagos seguros:

 

Muchas plataformas y aplicaciones de pago, como Ruralvía y Ruralvía Pay, emplean medidas de seguridad robustas para proteger las transacciones.

 

Estas aplicaciones ofrecen características adicionales como notificaciones instantáneas de transacciones. Esto permite a los usuarios estar al tanto de todas las actividades en sus cuentas.

 

Normativas y cumplimiento:

 

Los bancos y proveedores de servicios de pago deben cumplir con estrictas normativas nacionales e internacionales de seguridad.

 

Entre ellas está la normativa PCI-DSS (Payment Card Industry Data Security Standard) que establece requisitos para asegurar que la información de las transacciones con tarjetas se envíe de forma segura. 

 

Y la normativa europea PSD2 (Payment Services Directive 2) que establece los requisitos de una autenticación reforzada del cliente para mitigar el riesgo de fraude.

 

Ventajas de la banca digital frente a la gestión de efectivo

 

1. Seguridad:

 

Gestionar efectivo siempre conlleva riesgos, como el robo o la pérdida de dinero. La banca digital, en cambio, ofrece múltiples capas de seguridad que protegen tanto al usuario como a sus fondos.

 

Eficiencia y flexibilidad:

 

La banca digital permite realizar operaciones de forma rápida y desde cualquier lugar. No es necesario desplazarse a una sucursal ni depender de horarios de atención. 

 

Además, se pueden programar pagos y transferencias, lo que facilita la gestión financiera.

 

Inclusión financiera:

 

La digitalización de la banca ha permitido que más personas accedan a servicios financieros. Las personas pueden abrir cuentas, solicitar créditos y gestionar sus finanzas a través de aplicaciones móviles.

 

En Grupo Caja Rural, estamos comprometidos con la seguridad y la eficiencia en tus transacciones digitales. Ruralvía y Ruralvía Pay, nuestras aplicaciones para realizar pagos con cuentas y tarjetas integran todas las medidas de seguridad mencionadas, garantizando que tus operaciones sean seguras y rápidas. 

 

¡Utilízala y siéntete seguro!