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¿Comprar acciones o no hacerlo?
Una de las decisiones más difíciles al invertir en bolsa es comprar una acción. Aunque en apariencia resulte sencillo, llegar tan lejos es el fruto de un análisis previo que, a su vez, vendrá seguido por una reflexión. Si bien no existe un momento perfecto, hay algunas consideraciones que puedes tener en cuenta.
¿Existe un buen momento para comprar acciones?
Adquirir acciones exige un análisis previo en profundidad, aunque hay una apreciación que debes tener en cuenta. Lao idea es comprar barato para luego vender caro, algo que parece obvio, pero que no lo es tanto. Al fin y al cabo, ¿sabes cuándo una acción está barata o cara? Esta es una pregunta bastante compleja, pues ambos conceptos son muy relativos.
Una acción estará cara o barata en relación con otras acciones, o incluso, con el estado de la propia bolsa en un momento dado. Hay situaciones en las que, en general, los precios serán altos, pues la sensación de los inversores es que las cosas van bien. Es decir, la economía es positiva, no falta empleo, el crédito es abundante y la incertidumbre se mantiene baja.
En unas circunstancias así, es muy probable que las cotizaciones estén altas en relación con sus valores pasados. Sin embargo, la situación puede cambiar y el mercado se volverá bajista, lo que conducirá a que aparezcan numerosas “gangas”. Y este es el momento en el que sería recomendable comprar, pero recuerda investigar el valor que te interese.
Si bien en términos generales, y aunque parezca contraintuitivo, un mercado bajista ofrece multitud de oportunidades, no debes lanzarte como un loco a comprar. Incluso dentro de un sector que está con los precios bajos, unas empresas estarán baratas y otras caras, lo que exige discriminarlas y evitar una caída en una trampa de valor.
Consejos para saber cuándo actuar
Dada la complejidad inherente a la compra de una acción, existen algunos consejos a los que prestar atención. Su finalidad es la de darte una idea básica para efectuar una primera aproximación:
• Investiga la empresa. Es fundamental, como ya has visto, analizar la compañía para conocer su estado, ya que es una información que ayuda a determinar si la acción está o no barata. Presta atención a los principales indicadores, como por ejemplo el PER. Este te permite comprender si la organización se encuentra infravalorada o sobrevalorada, algo relevante a la hora de comprar.
• Sigue tu estrategia. Pase lo que pase, mantente firme en tus planes y convicciones. En buena medida, la inversión es un arte que se va puliendo con el tiempo. Por ejemplo, si inviertes a largo plazo o por dividendos, la importancia del precio de una acción es menor. Esto se debe a que vas a realizar compras durante varios años, lo que te llevará a hacer adquisiciones en mercados alcistas y bajistas.
• No sigas las modas. Los sectores que están más en boga, como el tecnológico en los últimos años, pueden dar pie a una burbuja. El entusiasmo de los inversores es tal que los precios se disparan hasta que el castillo de naipes se cae, con las consiguientes pérdidas.
• Busca asesores profesionales. Si tienes dudas sobre si comprar una acción o no, contar con la ayuda de un experto te permite tomar la decisión. Al fin y al cabo, aprovechas sus conocimientos y experiencia, algo que puede evitar que caigas en una mala inversión.
¿Importa la psicología y la mentalidad?
La mentalidad es un factor esencial en el mundo de la inversión dada la incertidumbre que vas a tener que soportar. Solo el cambio constante de las cotizaciones puede resultar abrumador si no se entiende qué está ocurriendo. Y esto no se soluciona comprando sin ton ni son o comprobando si la acción sube o baja varias veces al día.
Además, estás expuesto a los sesgos que condicionan la acción humana. Uno de los más perniciosos es el de confirmación, que te llevará a seleccionar aquella información que te dé la razón. Es decir, si estás seguro de que una compañía es muy buena, aunque no lo sea, buscarás cualquier dato que te avale.
Sin embargo, y aunque parezca que todo está perdido, mantener la calma y una cierta distancia siempre ayuda. La mentalidad correcta al invertir no es obsesiva, sino reflexiva. Recaba toda la información que puedas analizar, tómate tu tiempo y no corras, pues no estás en una carrera. Tampoco te dejes llevar por lo que dicen los gurús y los expertos; ninguno de ellos se encuentra en tu situación.
Como has visto, no existe un momento perfecto en el que comprar una acción, puesto que es una decisión relativa. Tu estrategia, la mentalidad, el estado del mercado, la propia empresa y tus objetivos, entre otros factores, entran en juego a la hora de dar cada paso. Así que procura mantener la calma y disfruta del proceso mientras pules tu arte.