
Cada vez son más las empresas que integran criterios sostenibles en su actividad diaria. No solo por responsabilidad medioambiental, también por las ventajas que esto conlleva: desde beneficios fiscales hasta una mejor posición para acceder a ayudas, licitaciones públicas y financiación. Si tu empresa aún no ha dado el paso, quizás es el momento de hacerlo. A continuación, te explicamos por qué ser sostenible también es rentable.
Ventajas fiscales para empresas sostenibles
La sostenibilidad tiene impacto directo en la cuenta de resultados. La Ley del Impuesto sobre Sociedades contempla deducciones para quienes invierten en eficiencia energética, energías renovables o tecnologías limpias. Estas deducciones permiten reducir notablemente la carga fiscal al cierre del ejercicio, lo que representa un incentivo directo para adoptar prácticas responsables.
A nivel local, muchos ayuntamientos también aplican bonificaciones en el IBI, el IAE u otros tributos si se instalan sistemas de aprovechamiento energético o se adoptan medidas de reducción de emisiones. Estas ventajas no solo reducen impuestos, también mejoran la imagen de la empresa ante clientes y administraciones.
Acceso a subvenciones y financiación pública
Existen numerosas líneas de ayudas que priorizan proyectos sostenibles. A nivel nacional y europeo, programas como los fondos Next Generation EU están orientados a apoyar iniciativas que impulsen la transición ecológica. Esto incluye desde mejoras en la eficiencia energética hasta la digitalización de procesos con impacto ambiental positivo.
Además, contar con una estrategia sostenible mejora las posibilidades de acceder a financiación bancaria en condiciones preferentes, especialmente cuando se trata de inversiones alineadas con criterios ESG. En Grupo Caja Rural facilitamos el acceso a este tipo de financiación para pymes y empresas que apuestan por un modelo más responsable.
Mejora en la puntuación para contratos públicos
Integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial no solo abre puertas a financiación, también suma puntos en los procesos de contratación pública. Las administraciones valoran de forma creciente que las empresas cumplan con criterios medioambientales, algo que se refleja directamente en los pliegos de condiciones de concursos y licitaciones.
En sectores como construcción, servicios, limpieza o transporte, ser una empresa sostenible puede marcar la diferencia entre conseguir o no un contrato. Invertir en sostenibilidad, por tanto, también es una forma eficaz de abrir nuevas líneas de negocio.
Una estrategia rentable a medio y largo plazo
Más allá de los beneficios fiscales y económicos, la sostenibilidad refuerza el posicionamiento de marca, mejora la relación con proveedores y clientes, y permite anticiparse a las normativas futuras que marcarán el rumbo del tejido empresarial. Apostar por una transformación sostenible hoy es asegurar la viabilidad de tu empresa mañana.
Cierra el círculo con Grupo Caja Rural
En Grupo Caja Rural apostamos por un modelo de empresa responsable y acompañamos a quienes quieren crecer de forma sostenible. Si estás pensando en invertir en eficiencia energética o desarrollar un proyecto con impacto positivo, consulta nuestra sección de financiación para empresas. Te ayudamos a ponerlo en marcha con soluciones adaptadas a tus necesidades.
Apuesta por la sostenibilidad y reduce impuestos. Descubre cómo beneficiarte con la financiación de Grupo Caja Rural.