El nuevo proyecto de ley de etiquetado accesible que impulsa el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 busca mejorar la accesibilidad y la inclusión en los productos de consumo. Esta iniciativa se centra en garantizar que todas las personas, incluidas aquellas con discapacidades visuales, auditivas o cognitivas, puedan acceder a la información básica y necesaria de los productos de manera clara y sencilla.
Claves del proyecto de ley.
El objetivo principal del proyecto de ley es ofrecer un etiquetado que sea comprensible para todos los consumidores, asegurando que las personas con discapacidades no se vean excluidas del acceso a la información sobre los productos que consumen. Esto responde a un enfoque de derechos que reconoce la igualdad de todas las personas para participar de manera plena en la sociedad y en las decisiones de consumo.
Uno de los aspectos clave es la implementación de etiquetas en braille para facilitar la lectura de información básica, como ingredientes, fechas de caducidad y advertencias de seguridad, a las personas con discapacidad visual. Contempla también la posibilidad de que los productos cuenten con etiquetas en formato de audio o textos ampliados, para que esta información sea accesible a través de dispositivos electrónicos.
En cuanto al diseño de las etiquetas, el proyecto promueve un etiquetado inclusivo que no solo considere la legibilidad visual, sino también la simplicidad y claridad de la información. Se busca evitar sobrecargar las etiquetas con datos técnicos innecesarios, poniendo énfasis en la información esencial que el consumidor necesita saber para tomar una decisión informada.
Otra de las propuestas es la incorporación de pictogramas o símbolos reconocibles de fácil interpretación, para aquellas personas con dificultades cognitivas. Estos símbolos podrán identificar aspectos clave del producto, como su peligrosidad, su origen o si es apto para ciertas restricciones alimentarias, como en el caso de productos sin gluten o sin lactosa.
Herramientas digitales y accesibilidad tecnológica.
El proyecto de ley no solo se queda en el etiquetado físico de los productos. También contempla el uso de herramientas digitales que ayuden a mejorar la accesibilidad. Por ejemplo, se propone la incorporación de códigos QR o sistemas NFC (Near Field Communication) que, al ser escaneados por un dispositivo móvil, puedan ofrecer información adicional en formatos accesibles, como descripciones detalladas por voz o texto de mayor tamaño. De esta forma, se pretende aprovechar la tecnología existente para ofrecer una experiencia de usuario más inclusiva.
Estas soluciones digitales también son una oportunidad para actualizar y mejorar el acceso a información que podría cambiar con el tiempo, como los avisos de retirada del mercado o las modificaciones en la composición del producto. Además, mediante aplicaciones móviles se podría habilitar la posibilidad de recibir notificaciones automáticas en caso de que un producto contenga ingredientes a los que el consumidor sea alérgico, lo que añadirá un nivel extra de seguridad.
Participación de los consumidores y las empresas.
La participación de las organizaciones de consumidores y de personas con discapacidad ha sido crucial en el desarrollo de este proyecto de ley. Durante las fases de consulta y elaboración del texto, estas organizaciones han aportado su experiencia y recomendaciones sobre las necesidades reales de accesibilidad. Este diálogo ha permitido que las demandas específicas de estos colectivos se vean reflejadas en el diseño final del proyecto.
Asimismo, el proyecto de ley también implica a las empresas, que deberán adaptar sus sistemas de producción y distribución para cumplir con los nuevos requisitos. Las compañías tendrán que hacer una inversión inicial en la adaptación de sus etiquetas, pero el ministerio ha asegurado que este esfuerzo traerá beneficios a largo plazo, no solo en términos de inclusión, sino también en términos de confianza y fidelización de los consumidores.
Por otro lado, las empresas que implementen con éxito estos cambios podrán obtener un sello distintivo de accesibilidad, que reconocerá su compromiso con la inclusión social y será un valor añadido para su marca.
Impacto social y económico.
La adopción de este nuevo etiquetado accesible tiene importantes implicaciones tanto para las personas con discapacidad como para la sociedad en general. Este tipo de iniciativas refuerzan los derechos de las personas con discapacidad, permitiéndoles acceder a la información de los productos de manera autónoma, sin depender de terceros. Esto no solo promueve la inclusión, sino que también les otorga mayor libertad y capacidad de decisión en sus elecciones de consumo.
En términos económicos, la implementación del etiquetado accesible también puede suponer una ventaja competitiva para las empresas que se adelanten a los requerimientos de la ley. Los consumidores valoran cada vez más las empresas comprometidas con la sostenibilidad y la responsabilidad social, y el etiquetado accesible puede ser un factor diferenciador en un mercado cada vez más competitivo.
Este nuevo proyecto de etiquetado accesible es una gran oportunidad para avanzar hacia una sociedad más inclusiva, donde todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan acceder a la información de los productos que consumen. A través de la combinación de medidas físicas y digitales, esta ley busca ofrecer una solución integral que no solo facilite el día a día de los consumidores con discapacidad, sino que también beneficie a las empresas, que verán cómo su compromiso con la accesibilidad se convierte en una ventaja competitiva.
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