El uso de la banca digital en España ha experimentado un incremento del 30 % desde el inicio de la pandemia, alcanzando una penetración del 70 % en el mercado. Hoy, se supera el promedio europeo (60 %) y se sitúa solo por debajo de los países nórdicos, con un sorprendente 92 %.

Si los datos se mantienen, cabe esperar que en los próximos cinco años el sector obtenga una cifra cercana al 85 %, lo que equivale a la incorporación de aproximadamente seis millones de nuevos usuarios digitales. O lo que es lo mismo, tres de cada cuatro contrataciones de productos financieros serán online.

La digitalización de la banca

En concreto, a día de hoy el dato es muy elocuente: el porcentaje de operaciones de pagos digitales se ha duplicado en solo tres años. En plena evolución, es un fenómeno imparable. ¿Por qué se ha producido? Según especialistas en Innovación de las entidades de Grupo Caja Rural, el progreso responde a varios motivos. El principal son los cambios en los hábitos de consumo. También influye la competencia de los gigantes tecnológicos, la optimización del modelo operativo de las entidades y los cambios regulatorios ocurridos en los últimos años.

¿Libreta o aplicación?

No obstante, aunque el efectivo sigue siendo el medio de pago dominante, por las características propias de la población española, la omnicanalidad es la mayor ventaja competitiva en el sector. Esto es, el acceso al banco por múltiples vías.

Sin embargo, no todos disponen del conocimiento técnico adecuado o son reacios a la digitalización. Esto ocurre especialmente en personas de edades avanzadas, que no se prevé adopten los servicios de banca digital de manera inmediata, y si lo hacen será de manera parcial. Por ello, conviene seguir ofreciendo alternativas tradicionales centradas en el trato cara a cara y simplificar el proceso para favorecer la incorporación de este segmento lo antes posible.

La realidad es innegable. De acuerdo con los datos del Observatorio de Digitalización Financiera Funcas-KPMG, «unos diez millones de españoles ya tienen cuenta en algún banco completamente digital».

La banca online, un modelo real no exento de desafíos

El principal beneficio que aporta la banca digital es su accesibilidad en remoto. Igualmente, supone tener una oficina abierta las 24 horas del día que, además, ofrece la misma seguridad que una sucursal física. En cambio, el gran reto consiste en adaptarse a los nuevos entornos normativos que surjan a raíz de la progresiva evolución de la tecnología.

Asumiendo esta dualidad, la clave del éxito radica en la oferta de los servicios y cómo se prestan estos. Aquí hay tres códigos de valor para lograrlo:

1. Desarrollar capacidades internas. Invertir en la capacitación y el desarrollo del personal para comprender y aplicar las tecnologías emergentes.
2. Alcanzar alianzas estratégicas. Sobre todo, con fintech, actores protagonistas del ecosistema financiero actual que aceleran la implementación de innovadoras soluciones.
3. ¿Principal objetivo? La experiencia del cliente. Es la estrategia central, a partir de interfaces intuitivas y servicios personalizados.

Mapa tecnológico: la hoja de ruta de la banca en la era digital

Recién comenzado el año, el sector bancario está en un punto crucial de su evolución. Un momento de cambio en el que la necesidad obliga, porque hay contundentes argumentos que avocan a adaptarse a un entorno digital en constante expansión.

Para muchos, 2024 marca la hoja de ruta para la implementación y adecuación de ciertas tendencias que van a redefinir la forma de operar y relacionarse con los usuarios. Veamos algunas de ellas. En concreto, las que van a lograr que las previsiones de crecimiento de los clientes en la banca digital española se hagan realidad.

IA y analítica predictiva

Más que ninguna otra, la inteligencia artificial es la fuerza disruptiva más poderosa y atrayente. Con sus sofisticados algoritmos de aprendizaje automático, es posible analizar y satisfacer de manera proactiva las necesidades de los consumidores. Poco a poco, iremos viendo avances, desde la implementación de asistentes virtuales hasta la creación de sistemas de recomendación personalizados.

Open Banking y APIs

Esta unión promueve una nueva era de interoperabilidad entre las entidades y las empresas fintech. Esto facilita la creación de innovadores productos y servicios financieros, y permitirá a los usuarios gestionar sus cuentas de manera más eficiente y flexible. Algunos ejemplos son estos:

1. Pagos móviles y billeteras digitales.
2. Préstamos y financiación peer-to-peer (entre particulares).
3. Gestión de inversiones y asesoramiento financiero automatizado (robo-advisors).
4. Crowdfunding para proyectos empresariales.
5. Seguros basados en tecnología y modelos de análisis de riesgos avanzados.

Blockchain y monedas digitales

A su vez, la ‘cadena de bloques’ será crucial para la banca digital. Hablamos de una tecnología de contabilidad distribuida que avala un registro seguro y garantiza la veracidad de las operaciones online. Funciona como un libro mayor en línea, compartido y actualizado de manera continua, donde las transacciones son registradas y protegidas de manera criptográfica. Así, es una herramienta vital para hacer frente al creciente interés en el uso de monedas digitales, mejorar la tokenización de los criptoactivos y combatir el fraude descentralizado.

Ciberseguridad avanzada

Y por último, la gran protagonista. Una prioridad crítica para todos los bancos. Aumentar el número de clientes con rumbo a un horizonte digitalizado obliga a disponer de las más avanzadas técnicas y sistemas de protección. Precisamente por eso, resulta decisivo contar con una entidad que proporcione la máxima confianza en este contexto.

Tu banca de futuro es ya una realidad

Pese a todo lo que hemos visto, el tema no acaba aquí. Al contrario, no ha hecho más que empezar. Si deseas obtener más información o estar al tanto de las últimas noticias, te animamos a probar la nueva app de banca digital móvil y finanzas del Grupo Caja Rural. Puedes descargarla para Apple o para Android. Con ella, llevas tu banca de proximidad en tu bolsillo para hacer transferencias y pagos de dinero, gestionar tus gastos diarios, aplazar tus compras, invertir y mucho más. Con total seguridad y ¡estés dónde estés!