España es uno de los países europeos más afectado por los incendios forestales. Un problema que, lejos de disminuir, se ve intensificado año tras año a causa del cambio climático. Nuestro país, junto con el vecino luso, son los dos países que en mayor medida han sufrido un incremento en el número de incendios y hectáreas arrasadas en los últimos años, con las pérdidas ambientales, humanas y económicas que ellos provocan. Situación actual en Europa Europa centra el foco de atención en la lucha contra los incendios en los países del sur del Mediterráneo. Fundamentalmente, preocupa la situación de Grecia, España, Italia, Francia, Portugal y Chipre. Aunque, es cierto que, la problemática del aumento de incendios está afectando al mundo de forma global, a consecuencia del calentamiento global. Países como Suecia o Letonia, que antes no se veían afectados, han sufrido las consecuencias de dos grandes incendios forestales recientemente. El año pasado ardieron en nuestro país 218.956 hectáreas, según datos de Greenpeace. Una extensión que vista así, puede no decirte nada. Sin embargo, ¿qué te parece si te decimos que es el tamaño equivalente a la provincia de Vizcaya? Y lo triste es que la mano del hombre está detrás del 96% de los incendios forestales que sufren nuestros bosques. En la actualidad, uno de los factores que favorece que se originen incendios forestales es el abandono del medio rural. Los montes no se limpian como antiguamente, favoreciendo así la acumulación de material combustible que facilita la expansión del fuego. También es destacable la disminución del pastoreo, privando al monte de la importante acción de control que ejerce el ganado. Las ovejas bomberas, las aliadas del medio ambiente Conscientes del importante papel del pastoreo en la prevención de incendios, varias comunidades autónomas han puesto en marcha una serie de programas de ayudas destinados al fomento de la ganadería extensiva con fines medioambientales. Las denominadas ‘Ovejas bomberas’ son una de las iniciativas más novedosas para combatir los incendios forestales. Aunque esta medida pueda parecer de lo más original, lo cierto es que se ampara en una tradición ancestral como es la trashumancia. Cabras, ovejas y caballos son algunos de los animales que vienen a sustituir a las máquinas desbrozadoras, limpiando los montes de pasto y matorral. En el caso concreto del programa desarrollado por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, conocido como ‘Oveja Bombera’ son éstas las especies animales que están ayudando a limpiar los montes. De este modo, la ganadería se convierte en un servicio de bomberos especializado en acabar con el forraje, que en la mayoría de incendios funciona como combustible. El pastoreo extensivo y controlado es empleado en áreas de cortafuegos, fajas auxiliares y pistas forestales, reduciendo la carga a los programas de desbroce que llevan a cabo los bomberos y retenes, junto con otros servicios para la prevención de incendios. Varios parques naturales y otros espacios naturales sin protección de España, susceptibles de sufrir incendios, están incorporando el uso de este tipo de ganado. El Parque Natural de Sierra Nevada en Andalucía, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera en Castilla-La Mancha o el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama de Madrid, son algunas de las zonas naturales que se han sumado a esta medida. Y es que son numerosas las ventajas medioambientales que supone el pastoreo en estos lugares. Es una práctica que no contamina, sino más bien al contrario. Contribuye a la regeneración de los suelos por el efecto del estiércol y al fomento de la biodiversidad, al ayudar a la dispersión de semillas por el monte, favoreciendo la proliferación de nuevas especies vegetales. Planes de apoyo a la ganadería Castilla-La Mancha ha sido pionera en el uso del ganado para la prevención de incendios. Lo ha hecho a través del programa ‘Oveja Bombera’, incluido en el Plan Específico de Apoyo a la Ganadería, impulsado por el Gobierno regional y dotado con más de 50 millones de euros. Un centenar de ganaderos castellano-manchegos se han sumado al uso del pastoreo extensivo para prevenir incendios forestales. Gracias a ellos, en el horizonte 2020 se habrá actuado sobre un total de 6.600 hectáreas. Gran Canaria también cuenta con una iniciativa similar. El programa ‘Ovejas Bombero’ creado por el Cabildo de Gran Canaria, contó el pasado año con 250.000 euros para 90 pastores. En este caso, sus labores de pastoreo se enfocan, sobre todo, a lugares de difícil acceso, como cañaverales o barrancos, obteniendo hasta 130 euros por hectárea. Otros ejemplos los encontramos en la Comunidad Valenciana, donde se ha destinado una dotación de 100.000 euros anuales para fomentar el pastoreo extensivo como medida de prevención de incendios; en Madrid, donde se incorporaron más de 600 cabezas de ganado para combatir los incendios en la Casa de Campo; en Castilla y León y en Andalucía. En definitiva, este tipo de iniciativas no solo resultan beneficiosas para el cuidado de los montes y la protección del medio ambiente en general. También fomentan la ganadería en áreas rurales de baja densidad de población, lo que supone un aumento de la riqueza y empleabilidad en zonas deprimidas.
Las ovejas bomberas son una eficaz medida de prevención de incendios forestales. Castilla-La Mancha fue pionera en articular ayudas a la ganadería en este sentido.