La tecnología ha llegado al campo y lo ha hecho para quedarse. Los avances tecnológicos aplicados al sector agrícola traen consigo una gestión más eficiente de los cultivos. Gracias a estos avances, los agricultores pueden tener un mayor control de sus explotaciones. Drones, láseres, robots… No hay duda de que, hoy en día, la agricultura se ha tecnologizado. En Naciones Unidas lo tienen claro. El reto al que se enfrenta la agricultura pasa por poder alimentar a la población, casi siete mil millones de personas que habitarán el mundo en un par de décadas, con el mínimo impacto medioambiental posible. Pero, además, con la máxima calidad y garantizando una mayor seguridad para los consumidores que con otros modelos. Bajo estas premisas, la ONU ha seleccionado a Almería como modelo agrícola para el futuro. Consideran que el modelo almeriense, basado en una agricultura familiar, se sitúa a la vanguardia en gestión hídrica, ahorro energético y sostenibilidad.
Agricultora ecológica, el mimo al producto
Otro ejemplo de agricultura respetuosa con el medio ambiente lo encontramos en las Islas Canarias. En concreto en Guía de Isora, donde el agricultor Faustino Álvarez Delgado mantiene una fuerte apuesta por la agricultura ecológica y manual, alejada de tecnologías. No fue así en sus orígenes, pues Faustino fue el primero de su localidad en contar con un invernadero totalmente automatizado. Cultivaba tomates con éxito y exportaba buena parte de la producción. Un día las cosas empezaron a no ir bien y “me arruiné”, nos cuenta Faustino. En aquel momento, la ayuda de una entidad financiera fue un importante respaldo para él y para el sector en Canarias, “sin su apoyo, la agricultura en la isla no sería lo que es hoy y seguiríamos malviviendo”, afirma. Faustino no duda en asegurar que los agricultores de la isla estaban arruinados y “estamos vivimos gracias a la intervención de entidades financieras como Cajasiete”. Hoy en día, Faustino vende a los mejores hoteles y restaurantes de la isla su producción. Una producción 100% ecológica que cultiva de forma totalmente artesanal. “Ojalá hubiera sido consciente hace 20 años de la barbaridad de productos químicos que utilizábamos. Ahora, mi conciencia no me permite poner ningún producto dañino para el consumo en mis cultivos. Prefiero una producción más pequeña, más sostenible de más calidad y más saludable”.
Avances tecnológicos en la agricultura
En la actualidad, los agricultores pueden tomar decisiones en tiempo real en base a datos que reciben a través de sensores instalados en el campo. De esta manera, controlan parámetros que antes debían intuir en relación al nivel de humedad, estrés hídrico, plagas y enfermedades, temperatura… Nueva maquinaria, como tractores con sistemas de navegación GPS y técnicas láser, permiten, también, una gestión más eficiente del campo. De esto saben y mucho en la Estación Experimental La Nacla, que lleva funcionando desde 1988 con el objetivo de apoyar el desarrollo agrícola y económico de la comarca de la Costa Granadina. “En estos más de 30 años se han realizado muchos ensayos de diferente índole y sobre diferentes cultivos”, nos cuenta Lourdes Arrabal del gabinete técnico de La Nacla. “Se construyeron los que prácticamente eran los primeros invernaderos de la costa tropical de Granada, aplicando distintas técnicas punteras como diferentes tipos de calefacción, ventilación forzada u cenital, programadores, tensiómetros, etc.” “También se llevaron a cabo los primeros cultivos sin suelo, algo que hoy en día es una práctica habitual, pero que hace 30 años era toda una revolución en la agricultura, obteniéndose una mayor rentabilidad mediante la reducción de costes culturales, de mano de obra, así como una mejora de la calidad de la fruta y producción final del cultivo, demostrando que se puede conseguir aumentar hasta un 20% en rendimiento final, comparándolo con cultivos sobre suelo en los mismos periodos. Además de reducir el consumo de agua, fertilizantes y restricción de aporte de nitratos, con la consiguiente mejora en la reducción de contaminación de la capa freática, representando una alternativa cuando aparecen enfermedades de suelo que hacen inviable producir cultivos sobre el mismo”. Arrabal señala, también, que la contribución a la agricultura de la costa, “no ha sido sólo de carácter tecnológico, también se ha contribuido bastante al desarrollo e implantación en el manejo de diferentes cultivos tropicales, que hoy día representan una parte importante de la economía agrícola de la costa de Granada y Málaga”.
Estación meteorológica de referencia
La Nacla cuenta con una de las estaciones meteorológicas más punteras de la costa granadina y sus datos están a disposición de todos, ya que se pueden consultar en la página de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Andalucía. Preguntada por la utilidad que tiene esta información para los agricultores de la zona, Lourdes Arrabal no dude en asegurar que “la costa tropical de Granada ha tenido en los últimos años un desarrollo agrícola muy importante, se trata de una zona con una agricultura muy dinámica y cambiante. No sólo basta con producir, además hay que conseguir cantidad y calidad. Para ello es necesario un buen manejo de los cultivos que permita ser competitivos y optimizar los costes. Conocer parámetros climatológicos como temperaturas máximas y mínimas, humedad, radiación, pluviometría, por ejemplo, permite tomar decisiones que pueden ser estratégicas para la optimización del riego y recursos hídricos. También es interesante anteponerse a posibles condiciones climatológicas adversas, como golpes de calor, y tratar de anticiparnos para paliar sus consecuencias, entrada de plagas y enfermedades, tratamientos fitosanitarios, desarrollo óptimo de la planta, etc. Con un buen asesoramiento técnico conseguimos traducir todos estos datos para optimizar nuestros cultivos, reducir costes de explotación y aprovechar los nichos de mercado”.
Ensayos subtropicales en ecológico
La actividad de La Nacla no cesa. En la actualidad, están centrando sus trabajos en ensayos subtropicales en ecológico. En este sentido, Arrabal insiste en que no se debe dejar atrás la introducción del cultivo de especies subtropicales como el Mango, Carambola, Pitaya, lichi… que, hasta el momento, no se cultivaban en la zona costa. “Tenemos la suerte de contar con un clima que permite el cultivo y desarrollo de especies que no son viables en otras áreas, esto ha supuesto un gran desarrollo del sector de los subtropicales en España, llegando a poder competir en calidad y precio con los países de origen, con la ventaja de la cercanía al mercado europeo que permite recolectar el producto en su punto óptimo de maduración y que llegue al consumidor con todas sus garantías organolépticas y, además, con una reducción de costes de transporte”, indica.
La tecnología ha llegado al campo. Los avances tecnológicos en la agricultura han traído consigo una gestión más eficiente de los cultivos